miércoles, 4 de agosto de 2010

Biografia Del Autor ~

Julio Verne

(Jules Verne; Nantes, 1828 - Amiens, 1905)
Escritor francés, considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
En 1836 ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París, cumpliendo los deseos de su padre, para seguir la carrera de leyes. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos años más tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras.
Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théâtre Lyrique, y publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos.
Posteriormente conoció al editor Hetzel, quien se interesó por sus textos y le publicó Cinco semanas en globo (1862), obra que lo lanzó al éxito y lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. El mismo editor le encargó una colaboración regular para la revista Magazine déducation et de récréation, y en poco tiempo alcanzó una gran celebridad.
Aprovechando sus conocimientos geográficos, adquiridos a través de numerosos viajes por Europa, África y América del Norte, y su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial, se convirtió en un especialista de los relatos de aventura de corte científico. Su dominio de la tensión dramática le permitió combinar extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.
Inmediatamente se enfrascó en la redacción de Viaje al centro de la Tierra, para lo cual se aplicó a la geología, la mineralogía y la paleontología. Las detalladas descripciones de animales antediluvianos maravillaron a los expertos, poniendo de manifiesto su extraordinaria intuición científica. Su tercer gran libro fue De la Tierra a la Luna, cuya publicación despertó tal entusiamo por los viajes espaciales que su despacho se inundó de cartas solicitando reservas para el próximo viaje lunar. Con el mismo interés fue recibida La vuelta al mundo en ochenta días, publicada por entregas, cuyo éxito fue tal que se llegaron a cruzar apuestas sobre si Phileas Fogg, "el hombre menos apresurado del mundo", lograría llegar a la meta en tan breve tiempo.

Veinte mil leguas de viaje submarino es, entre su extensísima producción, uno de los libros que conserva más íntegro su encanto. La peripecia se inicia cuando una fragata americana parte en busca de un monstruo marino de extraordinarias proporciones al que se atribuyen múltiples naufragios. El monstruo aparece, se precipita sobre el barco expedicionario y lo echa a pique, llevándose en su espinazo al naturalista Aronnax, a su fiel criado Conseil y al arponero Ned Land. Resultará ser un enorme submarino, el Nautilus, en el cual los tres hombres pasarán cerca de diez meses hospedados por el enigmático capitán Nemo, artífice del invento. Visitarán los tesoros sumergidos de la Atlántida, lucharán contra caníbales y pulpos gigantes y asistirán a un entierro en un maravilloso cementerio de coral.
Nemo, hostil e iracundo, no tardará en revelarse como un proscrito, un sublevado solitario cuyo manto de misterio esconde una identidad principesca y una pesadumbre tenebrosa. Se ha señalado que Nemo es un trasunto del propio Verne. Ambos viven encerrados, solos e incomprendidos, el primero en su coraza de acero, el segundo en la burbuja de su gabinete, ambos refugiados tras el disimulo y el secreto. Del mismo modo que Verne dejó estupefactos a propios y extraños presentándose a unas elecciones municipales en Amiens por una lista de extrema izquierda, el capitán Nemo, que lucha por la liberación de los pueblos oprimidos, detesta a la convencional y adocenada colectividad que lo persigue y enarbola dos veces el estandarte negro del nihilismo.
Escribió otras obras de gran éxito como Las aventuras del capitán Hatteras (1866), Los hijos del capitán Grant(trilogía, 1868-1870), En torno a la luna (1870), La isla misteriosa (1874), Miguel Strogoff (1876), Un capitán de quince años (1878), Las tribulaciones de un chino en China (1879), El faro del fin del mundo (1881) y Los viajes del capitán Cook (1896), entre muchas otras novelas que superan el medio centenar de títulos.
Se radicó en Amiens en 1872, y a partir de 1886 se comprometió con las actividades municipales de dicha ciudad. Tres años después fue nombrado representante del consejo municipal, y en 1892 fue condecorado con la Legión de Honor. Sus textos se popularizaron con rapidez y quedaron entre los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX. De su obra póstuma destacan El eterno Adán(1910) o La extraordinaria aventura de la misión Barsac(1920), en las que un crítico tan poco convencional como Michel Butor ha querido ver un Verne más profundo y escéptico de lo habitual, que tendía a desconfiar de las consecuencias que podía acarrear para los seres humanos el progreso incesante de la tecnología y de la ciencia.


Resumen Del Libro ~




Axel describe a su tío Otto Lindenbrock, profesor de mineralogía, como un hombre temido por su fuerte carácter pero muy original. El profesor llama a su sobrino Axel a su despacho. Allí le enseña un manuscrito de gran valor. Dentro hallan un pergamino de origen rúnico. El profesor intenta descifrarlo y dice que nadie volverá a comer hasta descifrarlo. Axel es quien logra descubrir la clave del pergamino. Arne Saknussemm, un alquimista, dice como llegar al centro de la tierra. El profesor eufórico decide ir al lugar indicado en el pergamino junto con su sobrino Axel. Este se niega pues piensa que es una empresa irrealizable ya que la temperatura aumenta 1º por cada 60 pies de profundidad bajo la superficie del Globo. Pero el profesor decide que deben de ir.
Axel está aturdido pensando en viajar con su tío al centro de la Tierra. Tiene miedo y no quiere ir pero no tiene otra alternativa y salen hacía el punto indicado en el pergamino, Islandia. Viajan en carruaje, tren y en buque y así llegan a Reikiavik, ciudad cercana alSnæfellsjökull, volcán por el que tendrán que introducirse para alcanzar el corazón terrestre.


Contratan a Hans, un guía que le acompañara a lo largo de su odisea. Equipados con víveres, herramientas, armas, instrumentos y un botiquín emprendieron viaje hacía el volcán. Axel y su tío viajaban montados a caballo, el guía los precedía a pie. La mayor preocupación de Axel era saber que ocurriría si el volcan se despertaba mientras ellos estuvieran dentro de él. Emprendieron el asalto del Sneffels por caminos difíciles. La marcha era penosa pero al fin alcanzaron la cumbre delSnæfellsjökull.
Comenzaron el descenso dentro del cono del volcán. En el fondo del cráter se abrían tres chimeneas. Siguiendo las instrucciones dejadas por el alquimista en el pergamino, supieron cual de las tres chimeneas era por la sombra del pico Scartaris durante las calendas de junio que acariciaba a la que conducía al centro de la Tierra. Por medio de una cuerda se iban deslizando bajando así 2800 pies en once horas. Allí improvisaron una cama para dormir y recuperar fuerzas.
A la mañana siguiente siguieron hundiéndose en las entrañas del Globo dejándose caer por pendientes inclinadas, formadas por lava seca que tapizaba el interior del cráter. Después de descender durante siete horas seguidas, decidieron tomarse un descanso hasta las seis de la mañana siguiente. Descendieron seis horas más y llegaron al fondo de la chimenea donde se encontraron con dos caminos. El profesor Lidenbrock decidío tomar el del Este y ese resultó ser el erróneo pues al tercer día se quedaron sin agua y tuvieron que retroceder para ir hacía el Oeste.
Esperaban encontrar algún manantial y así coger agua para sobrevivir pero no se oía ni un murmullo de agua. Hans, el guía que los acompañaba dio de un torrente bajo las rocas. Perforaron la piedra con las herramientas que llevaban y consiguieron agua pero a 100º de temperatura, la dejaron enfriar y de ese modo saciaron su sed y llenaron sus calabazas.
A la mañana siguiente siguieron su camino, descendiendo y acercándose cada vez más al centro de la tierra. Axel se despisto de su tío y de Hans y se perdió en un laberinto a 30 leguas de la corteza terrestre. Desesperado se echó a correr sin rumbo golpeándose contra las rocas. Gracias a una caída providencial llegó exánime y ensangrentado a los brazos de su tío. Cuando volvió en sí, vio que se encontraban junto a un mar, estaban en una caverna capaz de contener la cantidad de agua de un océano. Cerca de allí había un bosque de hongos y hallaron esqueletos de animales.



Construyeron una balsa y de ese modo embarcaron e iniciaron una travesía con el fin de alcanzar nuevas salidas en las orillas opuestas. El viaje por mar se hace más largo de lo que pensaban. Durante la travesía se encontraron con monstruos marinos enormes pero por suerte los animales estaban luchando entre ellos y no se percataron de la presencia de la balsa.
Axel y sus dos acompañantes continuaron su viaje con su monótona uniformidad. Pasaron al lado de un islote en el que había un geyser de agua hirviendo a una temperatura de 163º.
Siguieron su camino y les amenazo la tempestad, el viento soplaba a una velocidad incalculable, los relámpagos no cesaban, el calor aumentaba. De repente vieron un disco de fuego pasearse por el espacio a la velocidad de un huracán y les arrancó la vela con el mástil y los tres amigos fueron arrastrados con gran rapidez hasta que la almadía chocó con los arrecifes de la costa.
Axel y su tío se libraron de la muerte gracias al guía, Hans, que los arrancó del abismo tumbándolos en la arena de la playa.
Consiguieron rescatar la pólvora, la brújula, el manómetro y alimentos para cuatro meses.
Con la ayuda de la brújula comprobaron su situación y vieron que durante la tempestad habían retrocedido en lugar de avanzar.
Furioso, el profesor Lidenbrock. Y desafiando todos los peligros dijo que volverían a la balsa para seguir el viaje. Antes quiso inspeccionar el lugar donde habían llegado a la deriva.
Encontraron un esqueleto humano de la época cuaternaria y luego un cementerio de cuerpos fosilizados.
Siguieron explorando el terreno y se alejaron de las orillas del mar llegando a un bosque de vegetación de la época terciaria con palmeras, pinos, cipreses y helechos. Debajo de esos árboles vieron agitarse unos animales gigantes y un ser humano con una cabeza del tamaño de un búfalo guardando aquel innumerable rebaño. Les pareció imposible y pensaron que podía ser una visión pero huyeron a gran velocidad hacía el mar donde habían dejado la balsa. En su huida encontraron un puñal que había pertenecido a Arne Saknussemm, el alquimista que 300 años atrás había hecho ese mismo viaje al centro de la Tierra.
Según el tío de Axel, para llegar al centro del Globo, aún tenían que bajar 1,500 leguas. Para seguir el viaje debían de tomar una galería pero una roca enorme obstruía la entrada y no les permitía penetrar por ningún sitio. Optaron por romper la roca con la pólvora que tenían. Prepararon todo, encendieron la mecha y se refugiaron en la almadía que estaba en la playa.
Se oyó un estruendo, la explosión había provocado una especie de terremoto y el mar arrastraba la balsa en su caída. Los tres exploradores se consideraban perdidos. Se dieron cuenta que subían sin cesar, estaban en un pozo estrecho y el agua recobrando su nivel los subía hacía arriba a una velocidad violenta y les cortaba la respiración, el calor se hacía insoportable.
Las paredes se movían, los vapores se condensaban... eran los síntomas de una erupción. Estaban dentro de la chimenea de un volcán en actividad, estaban envueltos en una erupción. De repente, un movimiento giratorio se apoderó de la balsa, se balanceó sobre las olas de lava en medio de una lluvia de cenizas y salieron disparados por el abrasador orificio del cráter.
Cuando Axel abrió los ojos, comprobó que se hallaban al aire libre, en la superficie de la tierra.
Estaban en Stromboli, en pleno Mediterráneo. Habían entrado por un volcán y salido por otro, el Etna, situado a más de 1,200 leguas el uno del otro.
Axel y su tío regresaron a casa. La noticia de su viaje al centro de la Tierra se había propagado por todas partes pero nadie creyó semejante aventura. No obstante, la presencia de Hans y varios informes llegados de Islandia cambiaron la opinión pública.
El profesor Lindenbrock y Axel pasaron a ser hombres famosos y Hans, regresó a su tierra natal de Islandia.


Conclusion ~

Las dificultades de su lectura nos han parecido un poco repetitivas. En el transcurso de los días cuando Axel, Otto Lidenbrock y Hans van descendiendo por las galerías, la historia va demasiado lenta para nuestra forma de pensar. Tampoco nos ha gustado porque hay cosas que desafían la lógica: está demostrado que el calor central es cierto, no puede haber un océano soportando todo el peso de la corteza terrestre, cuando van en la barca los trozos de madera y de hierro se tendrían que derretir a causa de las altas temperaturas de la lava. Nos ha parecido difícil seguir la novela cuando las medidas de medición son en unidades desconocidas, también es difícil seguir la historia cuando hay muchos nombres de sabios y ciudades que desconocemos. Tal vez sea porque no estamos muy acostumbrados a leer este tipo de novelas, pero desde ya que el día que tengamos que elegir un libro para leer no elegiríamos a Julio Verne.